Miedo

"No es malo tener miedo, lo malo es dejar que el miedo te domine; porque entonces no tienes vida, solo miedo", fue una frase que escuché hace ya tiempo no sé ahora dónde y que me dejó pensando en el papel que el miedo juega en la vida de todos. Aunque es cierto que el miedo nos enseña a ser prudentes y andar con tiendo para no perder personas ni momentos y tampoco perdernos, no podemos convertirlo en el eje que sostiene nuestro mundo porque entonces pasa a ser su mundo, y tú, yo, solo una agente pasivo de nuestra propia historia. Un títere sin hilos movido por su sombra.

El miedo puede ser algo que nos frene, calle y paralice, pero también puede ser, siempre en la medida en que lo hagamos protagonista de nuestra vida, una llave que abra y el impulso que nos falta para ser valientes, correr y romper cadenas ya oxidadas. Es, si lo hacemos bien, el actor secundario de una obra con una sola escena y un par de frases o la música de fondo de la que nunca nos aprendemos la letra. Es una puerta giratoria, que en el sentido en el que gire no depende de nadie, sino de nosotros mismos

Comentarios

  1. Excelente y totalmente de acuerdo, Naomi. Lo que pasa es que a veces es complicado no hacer del miedo el protagonista de nuestra vida, por un motivo o por otro. Y eso es una pena...

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